El Blog de Gema

05 Terapia Miofuncional

TERAPIA MIOFUNCIONAL

Para la movilidad:


Chasquear la punta de la lengua. El objetivo de este ejercicio es que el paciente chasquee la lengua contra el paladar duro, elevando su parte anterior.

Gomitas. Doblamos una pajita por el medio y le introducimos una gomita ortodóncica hasta su punto central. El paciente debe introducir la goma en la punta de la lengua e intentar quitársela estrechándola y moviéndola hacia atrás (la pajita impide tragarse la gomita).
Una vez aprendido el movimiento, debe realizarlo sólo con la goma, sin la pajita.
Después se trabaja la parte media de la lengua realizando las mismas etapas.
El objetivo de este ejercicio es que el paciente aprenda a estrechar la lengua. Por lo tanto, cuando sepa hacerlo correctamente tendrá que ejecutar los movimientos de ensanchar y estrechar la lengua, sin apoyarla en los labios o en los dientes.
Seguidamente, con la ayuda de la lengua apoyada en los pliegues palatinos, manteniendo la boca abierta, el paciente debe estrechar y ensanchar la lengua manteniéndola apoyada.
Aros de metal. Con aros de varios tamaños el paciente debe intentar introducir la punta de la lengua en los mismos, sin apoyarla en los labios o en los dientes. Comienza con aros de diámetro grande y después pasa a los más pequeños.
Afilar y ensanchar la lengua. Con la lengua fuera de la boca y la punta apoyada en un palillo, el paciente debe afilarla y ensancharla sin moverla hacia delante o atrás.
Mover hacia los lados. Sacar la lengua en punta y moverla hacia las comisuras derecha e izquierda sin llegar a tocarlas. La lengua no puede apoyarse en los labios tampoco se debe mover la mandíbula (si es necesario se puede sujetar la mandíbula con la mano hasta que el paciente sea capaz de controlar los movimientos).
Repetir los ejercicios elevando la punta de la lengua hacia la nariz y bajándola en dirección a la barbilla.
Vibración de la lengua. Este ejercicio estimula la movilidad.

 

 

 


Para aumentar la tonicidad:


Ejercicio muscular de la “papada”. Con los dientes cerrados, el paciente debe elevar la punta de la lengua y apoyarla en el centro del paladar duro, empujando sobre él varias veces. Se observa como se forma la “papada” por debajo de la mandíbula. Este ejercicio trabaja la lengua y los músculos del suelo bucal.
Ejercicio de resistencia. Con la lengua en punta apoyada en los pliegues palatinos se intenta abrir y cerrar la boca haciendo resistencia con la lengua para evitar que la boca se cierre. Este ejercicio trabaja la lengua y los músculos del suelo bucal.
Depresor de madera. El paciente debe empujar con la punta de la lengua el depresor que el terapeuta sujeta haciendo fuerza en el sentido contrario.
Deglución refleja (para trabajar la parte posterior). Se sujeta la punta de la lengua y simultáneamente se inyecta agua contra el paladar. El paciente debe tragar el agua moviendo la parte posterior de la lengua y el velo del paladar.
Para la posición de reposo. Mantener durante diez minutos la lengua pegada al paladar. Se destruye para repetirlo en casa varias veces al día, aumentando la duración progresivamente.
También se puede colocar una gomita ortodóncica sobre la lengua para mantenerla contra el paladar duro.

 

 

 

 

 


Para el frenillo lingual:


Chasquear la punta de la lengua. El paciente debe realizar una serie de chasquidos con la punta de la lengua contra el paladar duro, manteniendo la boca abierta. Después se repite el ejercicio con los dientes cerrados. A continuación debe realizar una fuerte succión de la lengua contra el paladar duro, abriendo y cerrado la boca, sin dejar de mantener la lengua succionada. Con estos ejercicios se trabaja la elasticidad del frenillo lingual.
Sacar la lengua. Con la boca abierta, el paciente debe sacar la lengua y estirarla lo máximo posible, sin tocar en los dientes ni en los labios.

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